El nuevo pasatiempo nacional

Los periodistas y narradores deportivos siempre han afirmado que nuestro deporte o pasatiempo nacional es el beisbol, que no es un producto nacional sino importado desde los Estados Unidos. El deporte verdaderamente oriundo de nuestra isla, según contaron los españoles que vinieron en las primeras expediciones, es el llamado por los aborígenes ¨batos¨, que dejó de practicarse cuando a los indígenas los esclavizaron y exterminaron. En el juego de batos los equipos formados por hombres y mujeres debían mantener en el aire la pelota golpeándola con alguna parte del cuerpo como la cabeza, los hombros, los puños, las caderas y las rodillas.


Como a los conquistadores lo que más les interesaba eran el oro y la plata y cuando más las especias que no encontraron en Cuba, solo llevaron a España tabaco y maderas preciosas,  perdiendo la oportunidad de haber introducido el ¨batos¨ en Europa. Cuatro siglos después apareció en Inglaterra el fútbol, que se esparció por todo el mundo y un entrenador estadounidense ganó gran reconocimiento al crear el voleibol, un remake de nuestro rudimentario juego. En aquella época el deporte aún no era mercancía, de lo contrario, como decimos los cubanos, el norteamericano ¨habría hecho el pan¨.

Nuestros periodistas deportivos deberían actualizarse porque el pasatiempo que más fanáticos y practicantes tiene en estos momentos en Cuba no es el beisbol ni el fútbol, es la ¨móvil manía¨ pues resulta notable la cantidad de tiempo y dinero que muchos gastan empleando el teléfono móvil, alias celular. De la móvil manía se ha derivado la nomofobia, que es el miedo incontrolable a salir de casa sin el celular.

Aparte de hablar por teléfono, el móvil permite enviar y recibir correos, mensajes, documentos y cualquier tipo de dato soportado digitalmente, sacar y enviar fotos, ¨selfies¨ y videos.

El teléfono ¨inteligente¨ y sus aplicaciones constituyen una herramienta sumamente útil para la superación personal. Posibilita estudiar mirando videos, leyendo o escuchando textos, preguntas y respuestas en el móvil. Permite acceder a disímiles páginas web y consultar sobre variados  temas y por esta vía elevar los conocimientos y la cultura general.

Mediante un celular se puede estudiar  idiomas, ver videos y escuchar textos en voces nativas, grabarlos con voz propia, compararlos y corregir nuestra pronunciación, consultar diccionarios en línea y traducir palabras o documentos a otros idiomas.

El uso del móvil permite realizar compras, hacer reservaciones on line y pagar servicios e impuestos,  ahorrando tiempo y transportación hacia las oficinas comerciales.  Nos da la posibilidad de acceder a mapas para orientarnos mejor hacia dónde dirigirnos y algunos facilitan la geolocalización de otros usuarios a través del GPS. Nos permite consultar calendarios, llevar nuestra agenda, finanzas personales y de pequeños negocios.

Gracias a la digitalización de los datos e imágenes, los teléfonos móviles agilizan la obtención y el intercambio de información dentro de los procesos productivos y de servicios y ayudan a ejercer su monitoreo y control. Han sustituido los pesados y ruidosos trasmisores-receptores por radio, popularmente llamados tronkys y los bipper.

Desgraciadamente la telefonía móvil no siempre se emplea para propósitos dignos. Se ven jóvenes intercambiándose películas pornográficas a través del Zapya o ejercitando sus habilidades mentales y manuales mediante juegos que exaltan la violencia. Algunos utilizan las redes para practicar el bulling, molestar y acosar a otros.

Con frecuencia se observan personas manejando automóviles con el móvil en la mano o cruzando la calle concentrados en la conversación y no en el tránsito vehicular, manteniendo actitudes suicidas e irresponsables.

Algunos usuarios de las redes sociales pasan horas frente al móvil desinformándose, leyendo y comentando con otros ¨fake news¨ y cuanta tontería reciben. Por supuesto dentro de estas existen muchas informaciones u opiniones malintencionadas, chismes, chistes y memes que buscan al esparcirse denigrar a otras personas. A los fanáticos de esta variante del pasatiempo digital se les pudiera aconsejar, parafraseando una canción de los Van Van : ¨Dejen la bobería¨.

Ni hablar de la maléfica influencia que reciben algunos leyendo informaciones distorsionadas o incompletas fabricadas por centros de estudio de la personalidad provenientes de firmas como Cambridge Analytics y otras utilizadas para adoctrinar o influir con fines políticos en los comportamientos de los usuarios más maleables de las redes sociales.

El uso indebido de la tecnología informática no es un fenómeno nuevo, cuando se crearon las redes locales en las empresas e instituciones, era frecuente observar profesionales consumiendo más tiempo de internet leyendo el horóscopo, recetas de cocina o comunicándose sobre asuntos personales que buscando información técnica o materiales para su superación.

El teléfono móvil  resulta un invento maravilloso, todo depende de para qué y cuándo se use.

Los cambios que se están introduciendo en el modelo económico cubano no se limitan a los aumentos salariales que a todos nos resultan tan agradables y justos. Por si algunos no se han dado cuenta, para que muchas empresas puedan pagar con sus ingresos los mayores salarios proyectados y se mantengan obteniendo utilidades, aunque sus precios de salida aumenten, deberán aumentar la productividad del trabajo y para ello tendrán que innovar, mecanizar o automatizar los procesos y/o incrementar la intensidad del trabajo de sus empleados, los que probablemente no tendrán mucho tiempo disponible para hablar por teléfono o consultar las redes sociales en horario laboral.

El maná no cae del cielo, habrá que trabajar con intensidad y elevar nuestra calificación. El país necesita crecer en productos de calidad, ampliar y mejorar los servicios para satisfacer la demanda y que todos seamos más felices. El entretenimiento al que más interés deberemos ponerle entonces será al trabajo, que ejercita el cuerpo y la mente. En los ratos libres habrá tiempo de sobra para lo demás.

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