Breve historia de una pila que gotea

A las llaves que se utilizan para abrir o cerrar la salida de agua desde las tuberías de agua, en Cuba comúnmente les llamamos ¨pilas¨, quizá por asociación con la pila bautismal, de agua bendita o de abluciones. Nada que ver con las pilas eléctricas, las pilas de datos o aquellas donde se amontonan cosas o basura. En nuestra  región oriental a las llaves de agua les llaman ¨plumas¨, vaya usted a saber por qué.

La pila de agua del lavadero que está en el patio de mi casa, que al precio de 10 pesos convertibles compré a un cuentapropista e instalé hace un par de años, comenzó a gotear, no tenía reparación posible porque el mecanismo de cierre es de teflón y viene sellado y era necesario cambiarla por otra. Al darle la vuelta para sacarla, la rosca se rompió, parte de ella se quedó incrustada en la T galvanizada y los residuos los tuve que sacar a golpes de martillo y destornillador. Tenía guardada en la casa una pila de calamina, muy bonita y brillosa, de aspecto anoréxico, y al intentar apretarla, la rosca se partió en pedazos. Consciente de la necesidad de ahorrar el agua, que está escasa porque algunas fuentes de abasto del acueducto están deprimidas, taponeé la T con un pedazo de madera y rápidamente salí a la calle a buscar una nueva pila, de lo contrario no podría usarse el lavadero. 

Como algunos comercios ya están abriendo porque estamos en la etapa 1 de la post pandemia, fui al Mercado de Artículos Industriales (estatal) cercano a la casa. Allí me informaron no iban a vender hasta los tres días posteriores porque después de varios meses de permanecer cerrados estaban actualizando el  inventario de productos, de todos modos pregunté  y no tenían pilas de agua de ningún tipo. Salí a recorrer los lugares conocidos donde antes de aparecer la pandemia algunos cuentapropistas vendían artículos de plomería y los vendedores brillaban por su ausencia. A varios kilómetros de mi casa, en el mercado agropecuario del EJT encontré un quiosco donde estaban vendiendo unas horribles pilas plásticas de producción nacional al precio de 25 pesos cubanos, el equivalente de 1 CUC,  compré una y esperanzado me dije: acabo de ahorrarme 9 CUC.

Llegué a la casa, quité el tapón de madera y enrosqué la pila plástica, que aunque funcionaba, también goteaba por la rosca. Como estaba en las mismas que al principio, para no seguir gastando dinero en productos de mala calidad me decidí a buscar una pila de bronce.  Seguí caminando y encontré un cuentapropista que estaba vendiendo el mismo tipo de pilas plásticas, el que me dijo: las únicas pilas que estoy autorizado a vender son éstas, si yo vendo una pila de bronce importada y alguien me chivatea, me meten preso y al otro día salgo por la televisión por vender artículos que no puedo justificar su  procedencia y como tengo dos hijos que criar solo puedo vender estas de plástico que se producen en el país. Dichas  pilas plásticas las vendía al doble del precio, es decir  a 50 pesos, equivalentes a 2 CUC, aduciendo que se las traían de un municipio lejano y tenía que pagar por la transportación.

Desistí de comprar otra pila plástica, temeroso de que me iba a suceder lo mismo y  hablé con un conocido plomero que me dijo que trataría de conseguir con un vendedor particular una pila importada de bronce y con zapatilla, cuyo precio habitual era de 10 CUC. A los pocos días se apareció en mi casa, quitó la pila plástica, asentó la rosca de la T y puso una de bronce nuevecita, algo tosca, pero que ajusta perfectamente y no gotea. ¡Problema resuelto, espero que por varios años!

Costo de la reparación del salidero: 10 CUC invertidos en la pila nueva de calamina que se rompió al ponerla + 1 CUC por la pila plástica que gotea por la rosca + 10 CUC por la pila nueva de bronce + 2 CUC de mano de obra = 23 CUC, equivalente a 575 pesos cubanos, un poquito más del importe de mi jubilación mensual.

Después estuve meditando sobre si con la decisión tomada no había cometido una infracción, pero me consolé pensando que no  tenía  otra alternativa más rápida y duradera para eliminar el salidero y que no es mi responsabilidad que no se oferten  en los comercios productos de más calidad.

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