Páginas del diario de Ana Franco en tiempos del coronavirus (VII)

4 de mayo

Un poco antes del amanecer del día 1º cayó tremendo aguacero, menos mal que por la pandemia se había suspendido el desfile del Día de los Trabajadores, de lo contrario los participantes concentrados previamente hubieran quedado como pollos mojados, con muchas papeletas para acatarrarse, lo que en medio de la situación epidemiológica hubiera sido funesto. La fecha se conmemoró a través de los medios masivos y en los centros de trabajo que continuaban funcionando.

La cifra de contagiados detectados  se duplicó el día 3 debido a que en el centro donde albergan a los deambulantes de La Habana apareció un brote del virus por alguno que ingresó enfermo y no fue detectado previamente. Muchos  de estos albergados son nómadas por naturaleza, otros padecen de enfermedades  psiquiátricas y son proclives a evadir las medidas de protección imprescindibles para evitar que se contagien y contagien a los demás. 

Apareció un brote de la enfermedad en el poligráfico de Santa Clara resultando contagiados 10 trabajadores. No obstante, la cifra de positivos detectados ha ido disminuyendo gracias al mayor aislamiento de las personas que se aplica en los focos detectados. En la conferencia de prensa se presentó un gráfico con curvas que muestra la tendencia decreciente de los enfermos ingresados, esta alcanzó el pico máximo el 24 de abril y a partir de esa fecha comenzó a disminuir gradualmente.

El Gobierno central y los gobiernos locales están exigiendo a la policía y otras fuerzas auxiliares incrementar  su presencia en los mercados para poner orden en las colas, disuadir o apresar a los acaparadores y revendedores de productos y multar a las personas que no usen las mascarillas.

Los medios están publicando asiduamente la detención y remisión a los tribunales de personas que, en medio de la pandemia, venden productos obtenidos ilegalmente o sustraídos en entidades estatales o cometen indisciplinas. El primer caso publicado ocurrió en un centro de elaboración de alimentos subsidiados para ancianos o personas de bajos ingresos, donde se comprobó que el administrador y algunos empleados vendían aceite, pollo y viandas destinados a la preparación de alimentos. ¡Qué desvergüenza, lucrando con los alimentos de los más desfavorecidos!

En la mesa redonda se informó sobre un grupo de medidas tomadas para ayudar a personas vulnerables: pagos adicionales por la asistencia social a adultos mayores que viven solos, personas con discapacidad, madres solas con hijos menores y mujeres embarazadas; ayuda a la solución de problemas y trámites a ancianos que viven solos o personas con discapacidad; entrega a domicilio  de medicamentos controlados sin necesidad de acudir a las farmacias y pago a domicilio de las pensiones y prestaciones de la seguridad y la asistencia social, empleando trabajadores reubicados o personas sin vínculo laboral e integrantes de las organizaciones de masas de las comunidades.

Gracias a la culminación de los trabajos de inversión en la cuenca sur del acueducto habanero ha aumentado el caudal de entrada de agua a las viviendas de mi barrio, hemos podido lavar la ropa y bañarnos en la ducha varios días seguidos. También hicieron trabajos en la presa Maurín para trasladar agua hacia la cuenca Ariguanabo, que abastece de agua el oeste de la ciudad e instalaron una desalinizadora en la localidad de Cojímar. Inversiones oportunas como las de recursos hidráulicos mejoran las condiciones de vida de la población. 

Llegó a Sudáfrica una brigada con 217 profesionales de la salud para reforzar a los demás médicos y enfermeras que allí laboran en el combate a la COVID-19.

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