Páginas del diario de Ana Franco en tiempos del coronavirus (IV)

9 de abril
Mi aparato digestivo empezó a cancanear, algo que comí me cayó fatal, menos mal que me quedaba papel higiénico. Me tomé una pastillita de Loperamida que alguien trajo de Chile, almorcé malanga hervida y arroz blanco y mejoré. Cené sopa y pollo ripeado del que dan por la libreta y se acabó el malestar. ¡Lo bueno es lo bueno!, ¿será por eso que la gente se mata haciendo colas en la shopping para comprar pollo?
Aún no se ha podido evitar hacer largas colas en tiendas y mercados. Ayer sacaron a la venta nuevos electrodomésticos en divisas en Galerías Paseo y se formó la molotera. En el mercado de 26 y 51, se detectó que algunos de los empleados y varios de sus contactos se contagiaron con el coronavirus, sin contar numerosos clientes que acudieron ese día a comprar cervezas y maltas. 
Entre las medidas para incrementar el aislamiento social se prohibió el consumo de bebidas alcohólicas en bares y cantinas, solo venden para llevar. Los curdas tendrán que cantar como Cimafunk: ¡Me voy pa´ mi casa!
Los restoranes que permanecen funcionando solo abren por el día y para llevar. A partir del sábado suspenden el transporte público dentro de las ciudades y solamente circulará una parte de los ómnibus para transportar trabajadores a sus centros de trabajo y taxis para los servicios de diálisis o similares en hospitales y albergues de cuarentena de contactos y sospechosos de la enfermedad. No queda más remedio, hay que evitar que el virus continúe su expansión. Consuela saber que el país ahorrará combustible diesel y que disminuirá su trapicheo.
No caben dudas de que este año aumentará la producción de cloro, sobrebatas, vendas y nasobucos, ojalá no se afecte la de uniformes y no se forme el corre-corre a mediados de año, como pasó en 2019 cuando se acercaba el inicio del curso escolar y llegaron tarde los tejidos importados. Pero ahora hay que proteger a la población, sobre todo al personal de la salud, después veremos. Este año los uniformes escolares durarán más porque han estado varios meses sin uso, de haber atrasos en su producción, habría que confeccionar y entregar  primero los uniformes de los alumnos que se inician en cada nivel de enseñanza y de los niños más pequeños, que crecen más rápido y  se les quedan corticos, los mayorcitos podrían ir tirando con los que tienen hasta que se logre producir todos los necesarios.
En la mesa redonda explicaron los pronósticos de enfermos activos (contagiados menos altas y fallecidos), analizados en tres escenarios (favorable, medio y crítico), según el cual el pico de activos podría ocurrir a mediados de mayo. En la gráfica publicada, se muestra que el  pronóstico más optimista alcanzaría unos mil casos activos para el 30 de abril. Como hoy ya sobrepasamos los 500 contagiados, de seguir a un ritmo de detección de 50-60 nuevos contagiados diarios, descontando las altas probables, para esa fecha rondaríamos en casos activos el escenario más favorable. 
El Generalísimo Máximo Gómez aseveraba con razón que ¨los cubanos o nos pasamos o nos quedamos cortos¨. Afortunadamente, en el caso de la COVID-19  nos quedaremos ¨cortos¨ en contagios con respecto a otros países y a  los pronósticos más pesimistas. Tenemos menores índices de morbilidad y letalidad que otros países porque desde el principio el Gobierno ha ido tomando medidas adelantadas para que la epidemia no se vaya a bolina como en Italia, España y USA y que los enfermos sean detectados y atendidos a tiempo. 
Aquí hace más de 50 años no hay politiqueros ni ricachones ni prensa amarilla que pongan los negocios por encima de la salud de los  ciudadanos, además, los trabajadores que resulten afectados por el cierre de sus centros de trabajo y las personas más desfavorecidos están protegidos por la seguridad y asistencia social. 
Basada en su tradicional política de solidaridad, Cuba envió 4 nuevas brigadas médico-sanitarias a otros países: Togo, Bostwana, Catar y al Piamonte en Italia, en  total suman 21 brigadas desde que comenzó la pandemia. Los ultra reaccionarios que gobiernan en USA y los periodistas a su servicio en varias partes del mundo insisten en desvirtuar su labor y pretenden atemorizar a los gobernantes que la solicitan, pero aquellos que aún actúan soberanamente  y defienden la salud de su población les hacen caso omiso. Por supuesto, exceptuando a los conocidos lacayos de Brasil, Ecuador y los golpistas de Bolivia que para congraciarse con los yanquis rechazaron la presencia de los médicos cubanos que allí prestaban servicios. 

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