Breve reflexión sobre la cojera
La cojera es un
fenómeno que aparece con frecuencia por
estos días.
No me refiero a la cojera y el dolor
en las extremidades inferiores que son síntomas
y motivos de consulta frecuentes en Pediatría, que en general tienen solución
con tratamiento. La poliomielitis, terrible enfermedad
infantil que ataca el sistema nervioso central y produce parálisis, atrofia
muscular y deformidades en las extremidades, fue erradicada en nuestro país
hace muchos años mediante la vacunación desde edades tempranas.
¿Por qué hoy en día
se ven tantas personas cojeando o usando bastones y muletas? ¿Se habrán
incrementado las fracturas de los miembros inferiores por accidentes? No lo
creo, pues la mayoría de los que cojean son viejos y estos generalmente no
andan haciendo disparates por la calle.
Cuando era joven
existía la creencia de que los cojos, aparte de tener mal genio, eran hijos de
mala madre. Nada más injusto. Conocí algunos que encuadran en esa
clasificación, pero no son todos los que están, ni están todos los que
son. Probablemente muchos cojos tienen
mal genio porque han cargado con esa limitación física desde que eran jóvenes y
no debiéramos burlarnos de su limitación física ni ponerles apodos, al
contrario, deberíamos ser comprensivos e indulgentes con ellos porque caminar
cojeando resulta extraordinariamente molesto física y mentalmente y cansa más
que andar derecho. Cuando una persona cojea, es porque tiene una extremidad inferior
atrofiada o porque algo le duele al caminar y el dolor lo lleva a adoptar una
postura incorrecta que le produce dolores adicionales en otras partes del
cuerpo.
Si Ud. tiene necesidad
de asistir a una clínica de fisioterapia y rehabilitación podrá observar que muchos
de los que asisten a recibir tratamiento son personas de la tercera edad y algunos
se auxilian con los antes mencionados artilugios para caminar. Como ya el 20 % de la población cubana clasifica
en ese grupo etáreo, seguramente la causa de una buena parte de la cojera que
aparece por nuestros días sea al envejecimiento poblacional.
Demos por
descontadas las fracturas de la cabeza del fémur, mal llamadas fracturas de
cadera, que afectan fundamentalmente a personas de más de 80 años y que
generalmente se recuperan mediante tratamiento quirúrgico. Las enfermedades que
entorpecen la locomoción como la artrosis de cadera o rótula y la artritis
reumatoide son frecuentes en personas mayores y aparte de los tratamientos con
analgésicos, relajantes musculares, antiinflamatorios, infiltraciones, bolsas
de agua fría o caliente, muchos también reciben tratamiento de fisioterapia o
quirúrgico. Por eso, además de geriatras, hay que disponer de muchos
especialistas y técnicos en ortopedia y fisioterapia e instalaciones de salud para atender a los
viejitos y tener a mano una buena cantidad de bastones, muletas y sillas de
ruedas. Hay que alargarles la vida y
hacérsela más llevadera. Son nuestros padres y abuelos o nosotros
mismos.
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