El pregón contemporáneo


El pregón surgió como un acto de promulgación en voz alta de un asunto de interés para el público.
Según Wikipedia, los pregoneros oficiales o públicos del mundo occidental  tienen su precedente en los praecones romanos, empleados al servicio de los magistrados, que tenían como misión llamar a los comicios, proclamar el resultado del escrutinio y el nombre de los elegidos; convocar a los senadores a sus reuniones; llamar a las partes y a los testigos a los juicios; anunciar las subastas y repetir las posturas; proclamar a los vencedores y coronarlos en los juegos públicos, e imponer silencio en las asambleas y ceremonias religiosas.
La existencia del pregonero se extendió por Europa y sus colonias en el nuevo mundo, sus funciones eran acompañar al reo, pregonar su delito en las penas de muerte o previo a los azotes públicos, para vergüenza de los implicados. Suprimidas estas penas o modificados esos procedimientos, además por el surgimiento de la imprenta, el crecimiento de la población y del tamaño de las ciudades, los pregoneros callejeros no mantuvieron su razón de ser y en su gran mayoría desaparecieron.
No obstante, en unos pocos ayuntamientos, especialmente rurales o de poblaciones pequeñas, aún se conserva este empleado para dar a conocer aquellos acuerdos de carácter general y urgente que interesan a todo el vecindario. En algunos países, incluso de habla inglesa, se mantiene por tradición esta figura en las fiestas y celebraciones locales. En la actualidad, rescatando el espíritu y la esencia de los antiguos pregones, ciertos diarios de España, Perú y Argentina continúan llamándose ¨Pregón¨.
Muchos años después, con el surgimiento de la radio y la televisión, aparecieron los voceros oficiales para dar a conocer las decisiones o la posición de los gobiernos ante hechos relevantes de carácter nacional e internacional. El vocero más conocido en el pasado fue Joseph Goebbels, Ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich, que a base del  engaño, la ilusión, el temor, y ocultando todo aquello que pudiera perjudicar al régimen nazi  convertía las mentiras que propalaba en verdades aceptadas por la mayoría del pueblo alemán.
En una nueva vuelta de la espiral de la historia, desde fines del siglo XX, la función del pregonero originario se globaliza: el empleo masivo de los teléfonos móviles y de las redes sociales ha convertido a millones de personas en comunicadores o ¨pregoneros¨ voluntarios, que comparten asuntos personales con amistades o familiares,  algunos de estos difunden textos e  imágenes sobre cualquier hecho que les parezca interesante, aunque resulten ética o físicamente inapropiado. Desgraciadamente las redes sociales son utilizadas también por personas malintencionadas para organizar negocios de pornografía y por algunos gobiernos, agencias de prensa y de inteligencia para difundir mentiras y desinformar al público (Fake News), desvirtuando el propósito puramente informativo de los pioneros del pregón oficial.
Etimológicamente, esto que Ud. está leyendo, aunque algo más extenso que un twitt, podría equipararse al concepto de pregón. Si lo anterior es cierto, los blogueros también somos pregoneros.
Aparte de los pregoneros oficiales, en el pasado surgieron los vendedores ambulantes, que con su voceo anunciaban los productos que vendían, acompañando algunos de ellos con música. Uno de esos pregones constituye el antecedente del son-pregón ¨El Manisero¨, pieza de la autoría de Moisés Simmons, que interpretada por Rita Montaner y posteriormente de forma  instrumental por varias orquestas en los Estados Unidos, fue grabada y vendida en millones de discos y reproducida en bandas sonoras de varias películas durante el pasado siglo, convirtiéndose en una de las piezas musicales cubanas más famosas en todo el mundo.  
Con el incremento y la extensión del trabajo por cuenta propia, a partir de los años 90 del pasado siglo, el pregón comercial cobró nueva vida en Cuba. Pululan los pregoneros por las ciudades, que ahora vocean no solo lo que venden, sino lo que compran.
Resulta habitual escuchar compradores que pasan por los barrios gritando: compro pedacitos de oro; se compran pomos vacíos de perfume; compro fríos1 Haeir y televisores Panda;  compro libros de uso.
Los pregones de vendedores o prestadores de servicios ambulantes que se escuchan con mayor frecuencia por mi barrio son: flores, floreeero, flores; tamales, tamaleeeeero; se reparan los colchones, colchoneeero; vendo cloro, escobas, haraganes, recogedores, palitos de tender y ambientadorrrrrr; el pan, panadeeeero; alcohol de bodega y luz brillante2; espejuelos graduados y gafas de sol; la prennn-sa.
El recién fallecido humorista Octavio Rodríguez, más conocido como ¨Churrisco¨, popularizó un monólogo que narra las vicisitudes de un trabajador nocturno que no podía conciliar el sueño al concluir su jornada de trabajo debido a la frecuente gritería de los pregoneros que pasaban frente a su casa. 
Cuando éramos niños, la venta ambulante de helados se realizaba empleando carretones de tracción manual o animal y excepcionalmente en un camión refrigerado, los vendedores  anunciaban su presencia tocando campana, cascabeles o un ¨jingle¨ instrumental. Al escuchar esos sonidos los niños se abalanzaban sobre los padres pidiendo unas moneditas para  comprarlos.
Por estos días la venta ambulante de helados se ha extendido como negocio ¨transmunicipal¨ por varios barrios de La Habana, ahora los vendedores andan en bicicletas que le permiten recorrer varios kilómetros en una jornada, conservando el producto refrigerado dentro de una improvisada caja-termo forrado de poliespuma. Esos vendedores ya no pregonan a viva voz, ahora la frase ¨El bocadito de helado¨ grabada y reproducida mediante ruidosos altavoces, acompañada por la conocida pieza musical boliviana ¨Carnavalito¨, se repite y se repite hasta la saciedad,  haciéndola insoportable al receptor. Quizá sea una nueva estrategia de merchsandising para que el comprador se apure en adquirir el producto con tal de que el vendedor se aleje rápido de su lado y no le crispe los nervios con semejante letanía.   
Por mi barrio pasa en un adornado triciclo un vendedor que mediante altavoces repite la grabación de un simpático y poético pregón, que dice: Compra la galleta de ajo y de mantequilla, para las viejas y las pepillas, si te comes una te comes cien…traigo la galleta del Prado, para el que no ha comprado…
La práctica de grabar previamente el pregón resulta a veces engañosa porque el vendedor no siempre trae todos los surtidos que anuncia la grabación o cuando se le agota el producto, pero en cualquier caso sirve de gancho para atraer al cliente, que quizá termine comprando otro producto.
Debido a la escasez de oferta de huevos por déficit de piensos importados ha disminuido la frecuente presencia en la escena pública del pregón ¨El hueeeevo, el hueeeevo¨, que algunos vendedores ambulantes voceaban al pasar.
Una nueva modalidad surgida, que se podía denominar el antipregón o el pregón reprimido, es el susurro casi imperceptible con el que anuncian sus productos algunos vendedores apostados en las afueras de tiendas y mercados de gran concurrencia: tengo langosta y camarones, embutidos, coditos, muebles, colchones y otros muchos productos alimenticios e industriales de dudosa procedencia.
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1. Refrigeradores
2. El nombre viene de una marca conocida de keroseno

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