Remozan el parque John Lennon
El parque delimitado por
las intersecciones de las calles 6, 8, 15 y 17
en el Vedado capitalino fue construido en 1914 durante el primero de los
dos mandatos como Presidente de la República del Mayor General del Ejército
Libertador Mario García Menocal, probablemente por eso fuera bautizado como
¨Parque Menocal¨, aunque hay quién afirma que se le llama así porque este personaje
devenido en político conservador de la república neocolonizada, vivió en la
casa de dos plantas ubicada en la esquina de 6 y 17. Con el paso del tiempo, esa
casa se convirtió en un hospedaje, posteriormente en una ciudadela, y a pesar
del deterioro que reclama a gritos su reparación general, aún mantiene bellos rasgos
arquitectónicos, por lo que muchos turistas extranjeros le toman fotos al pasar.
En 1954, fue
erigido en el parque un busto de bronce como homenaje de los integrantes de la
Asociación de Jóvenes Esperanzas de la Fraternidad (AJEF) a su creador Don Fernando
Suárez Núñez. Más recientemente, miembros de esa organización masónica efectuaron
un nuevo homenaje a su fundador y colocaron una tarja conmemorativa, que por
estar fijada con poco cemento, al poco tiempo se despegó y no ha sido repuesta
sobre su base.
Muchos años después de la rectificación de la censura y prohibición del
rock ocurrida durante los años 60, a principios de la década de los noventa, jóvenes
y no tan jóvenes melenudos que vestían ceñidas ropas negras y calzaban botas,
acudían a escuchar música y bailar en la matiné de domingo que se efectuaba en el
club ¨Atelier¨, en el sótano del edificio ubicado en la esquina sureste del
parque. Aquellos que no alcanzaban a entrar cuando el local se repletaba se quedaban
en el parque cantando ¨a capella¨ canciones de los Beatles o amenizados por una
guitarra. A fines de 1990 se efectuó un multitudinario concierto al que asistieron
miles de habaneros, en el que varios grupos de rock rindieron homenaje al
compositor e integrante de los Beatles John Lennon.
El 8 de diciembre del 2000, en conmemoración del XX aniversario de su
asesinato, ante la presencia del Comandante
en Jefe Fidel Castro Ruz y otras autoridades, intelectuales, músicos y artistas,
se develó una bien lograda escultura en bronce con la figura de John Lennon
sentado en un banco realizada por el
escultor cubano José Villa Soberón y minutos después, se efectuó un concierto en
el que se interpretaron piezas musicales compuestas por el célebre integrante
de los Beatles. Desde entonces es conocido como Parque John Lennon y se ha convertido en lugar de visita obligada de cuanto turista
extranjero pasea por la ciudad, los que llegan al mismo paseando a pie, en
almendrones, autos convertibles, cocotaxis, en bicicleta o en coches tirados
por caballos.
A las dos semanas de la inauguración, desaparecieron misteriosamente los
espejuelos que formaban parte de la escultura, los que fueron repuestos y sustraídos
nuevamente en dos ocasiones por vándalos o coleccionistas inescrupulosos, entonces,
para contrarrestar esa manifestación de indisciplina social, las autoridades decidieron
ubicar durante el horario del día un
custodio, actualmente, cada día aparece una veladora temprano en la mañana, ella barre el piso alrededor de la escultura, le
pasa un paño y mantiene en su poder unos espejuelos, que coloca en la cara de
la figura esculpida momentos antes de ser fotografiados por los turistas visitantes.
Probablemente sea el único caso en el mundo de veladora de escultura al aire
libre.
El 5 de noviembre de 2003, en los marcos de la VIII Bienal de la Habana y coincidiendo
con la celebración de un concierto ¨Por la Paz¨ en el parque, la escultora
japonesa Setsuko Ono, cuñada de Lennon, inauguró una
escultura metálica de su autoría, que denominó ¨Éxtasis de Amor¨.
Posteriormente, el
antiguo club fue remozado, ambientado con imágenes de los Beatles y renombrado
como ¨Submarino Amarillo¨, donde ofrecen conciertos diariamente diversos grupos
cubanos de rock con la asistencia de muchos amantes de ese género musical.
Para el descanso y
esparcimiento de vecinos y visitantes, el parque ocupa 100 m2 de áreas
sembradas con árboles frondosos y de zonas cementadas que cuentan con medio
centenar de bancos. En su centro hay una
bella glorieta sin techo, circundada por barandas de piedra y plantas
ornamentales, a la que se accede por cuatro escaleras equidistantes ubicadas en
las diagonales, que probablemente se erigió para realizar retretas domingueras.
El parque es
visitado por un sinnúmero de personas. Aparte de ser la glorieta refugio de amorosas
e intrépidas parejas en las noches oscuras, en las mañanas algunos utilizan sus
escalones para hacer ejercicios, subiendo y bajando; una tarde a la semana los
escalones sirven de gradas a los asistentes a improvisadas peñas deportivas, en
las que discuten las ultimas incidencias
del campeonato nacional de beisbol o del fútbol europeo; los fines de semana asisten
muchos niños y jóvenes a pasear en velocípedos y bicicletas y, casi a diario, en las tardes, un grupo de zangaletones
practican minifutbol con la portería en una de las esquinas; si no llueve, desde
el mediodía algunos asiduos aficionados juegan dominó, armando la gritería
habitual de los que disfrutan de este entretenimiento; temprano en las mañanas se
puede ver personas caminando o corriendo alrededor del parque y tres veces a la
semana varias decenas de los que alcanzan la tercera edad realizan ejercicios
de Tai Chi; también llegan vecinos a
pasear sus perros, que por alguna razón desconocida y por descuido de sus
dueños, no siempre hacen sus necesidades en el césped y prefieren dejar su
huella ecológica en el área de paso de los peatones; últimamente se ha puesto
de moda que acudan algunos cineastas a filmar videos y fotógrafos profesionales
de quinceañeras; a veces es lugar de
encuentro de bebedores de ron barato que por su aspecto y actitudes resultan
molestos a los demás.
Varios días a la
semana la cara oeste del parque se utiliza como terminal de salida del
transporte que conduce a los turistas nacionales hacia las instalaciones del
campismo popular, los que desde temprano esperan por la llegada de los ómnibus
y como no se les asegura el acceso a servicios sanitarios ni techo para
guarecerse cuando llueve, provocan molestias a los vecinos. Dos o tres sábados al año el espacio del
parque se emplea para ubicar quioscos y camiones cargados de productos durante
la realización de ferias de productos agropecuarios o de origen industrial de amplio
consumo y desde la madrugada hasta fines de la tarde se produce bastante ruido y mucha
aglomeración de público, pero la ventaja de tener al alcance de la mano una
variada oferta de productos supera con creces dichas molestias.
Como parte de la muestra
de la XII Bienal de la Habana efectuada en 2015, encima de la glorieta se
exhibió durante más de un mes una escultura de plástico representando un enorme
molar humano, cuyos autores denominaron ¨La muela¨, haciendo alusión al término
utilizado popularmente para criticar las peroratas que algunas personas
acostumbran a dar al intervenir en asambleas o en programas informativos
televisivos o radiales.
Como parte del plan de
reparaciones y mejoras que se realizan en La Habana por celebrarse el próximo
16 de noviembre el aniversario 500 del nacimiento de la ciudad, comenzó la
reparación general del parque. Más vale tarde que nunca. En primer lugar,
sustituyeron las lámparas del alumbrado por unas más potentes y ahorrativas
tipo LED, que lo mantienen alumbrado por debajo de las copas de los árboles,
pues la luz que emiten las lámparas del alumbrado público solo ilumina las
calles circundantes. El pavimento de hormigón que estaba levantado en varios
lugares debido al crecimiento desmedido de las raíces de los grandes árboles, ha
sido levantado y, previa remoción de las mencionadas raíces, vuelto a fundir en
varias zonas. Fueron sustituidos los
antiguos bancos por otros que ostentan la inscripción 500 Aniversario y, por
último podaron las ramas bajas de los árboles para facilitar la iluminación. A
los vecinos les sorprendía la rapidez con que realizaba los trabajos una
brigada de trabajadores organizada con ese fin, algunos de sus integrantes laboraban
hasta avanzada la noche y, al contrario de lo que resulta habitual en otras
obras, recogían diariamente del lugar los escombros empleando un ¨contenedor
para remolque Ampliroll¨. Unos pocos llegaron a pensar que en esa obra se había
alcanzado una organización óptima, como
la existente en la construcción de algunos hoteles, en los que se garantiza un suministro
ininterrumpido de materiales, servicios y medios de trabajo, se paga por
rendimiento y por ende, se trabaja ininterrumpidamente. El martes 26 de marzo, se
pudo comprobar que el apuro por terminar la obra se debía a que dentro del
programa de su visita al país, estaba prevista la presencia en el parque del Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles,
pero como casi siempre ocurre, esta se produjo sin que el trabajo estuviera totalmente
terminado. Al día siguiente continuaron los trabajos de reparación, ahora al
ritmo habitual, es decir, d e s p a
c i t o, pasito
a pasito, suave, suavecito, como dice la
canción que interpreta Luis Fonsi, en espera de que venga de nuevo la
concretera con hormigón suficiente para terminar de fundir otras partes
levantadas del pavimento.
Desgraciadamente no
se aprovechó esta ocasión para remozar la bastante deteriorada escultura de
Setsuko Ono, preparada en Cuba por la
escultora junto a varias de su autoría que
fueron ubicadas en otras partes de la ciudad. Por suerte, la abandonada escultura
casi no se nota pues está parcialmente oculta por un arbusto ornamental que ha
crecido a su lado y no ha sido podado por los encargados de las áreas verdes. ¿La
instancia encargada del patrimonio cultural habrá programado realizar la restauración
de esta escultura en algún momento o esperan a que se deteriore aún más para
retirarla del lugar? ¿Qué pensaría la escultora si, como ha hecho en ocasiones
anteriores, viene a la próxima Bienal de la Habana, pasa por el parque a rendir
homenaje ante la escultura de Lennon y la encuentra en ese estado?
Al frente de un
parque tan visitado, hace años que existen dos casas a medio demoler y hacia la
esquina del nordeste un edificio de tres pisos severamente dañado por el paso
del tiempo. Ojalá esas edificaciones
sean incluidas en los planes gubernamentales
de restauración de viviendas en los años venideros para bien de los ciudadanos
necesitados, el urbanismo y la imagen de la ciudad.
Resulta
inexplicable el deplorable estado que tiene el jardín exterior del club
Submarino Amarillo, ¿su administración no podría dedicar una pequeñísima parte
de la recaudación para pagarle a un jardinero que lo atienda de vez en cuando,
como hacen enfrente en el restaurant ¨Unión Francesa de Cuba¨?
Aunque resulte una
perogrullada se pudiera decir que aparte de recursos financieros y materiales suficientes
para reparar todo lo que está en mal estado en la ciudad y en primer orden, las
numerosas viviendas e instalaciones públicas destruidas o dañadas recientemente
por un tornado, la falta de disciplina social, la ineficacia administrativa, la
baja productividad del trabajo y la ausencia de ¨cultura del detalle¨ hacen esas
labores mucho más difíciles, lentas y en ocasiones, interminables.
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